NÓMADA


Viajero que viajas inconcluso que tienda sideral
con un pedazo de mi piel a cuestas
andante de la hinchanzón del mundo
en mercaderías baratas
la turba enloquecida
el calor
el sopor
los pies semidesnudos
la frente desierta

Viajero que río que nave que paso sigiloso y audaz
precipitado y lanza
como una flecha en el aire 
un haz de luz 
perdiendo
dejando
punzando la faz de la tiniebla

Viajero que locura que mármol fluido que roto y que deshecho
con equipajes ligeros
viandas en la yema de los dedos
comedores aislados
turgencia del desvelo
ido entregado furibundo 
como un astro encendido que atraviesa la noche
desgarra
rasga
corroe terquedad y desestima sedentario orgasmo

Viajero que del tacto que la sombra que el beso inflamado de la tarde
en ciudades clandestinas
bajo fondos
inciensos de sal
puestos de reventa
el aire húmedo
las sábanas 
las caras marchitas de la tempestad en feria

Viajero que ultrasónico
lucha del pie sobre la tez de los caminos
que árbol del aire
que florecido
meteoro voraz
guijarro que resbala en las cuencas de mi vientre
a pesar que ya se has ido