LA PUTA PININA

 

Me dicen "Pinina" y me traen a la vuelta de la esquina dos ancianos con los que duermo en cada tarde una siesta en primavera
Ya sé que en esta ciudad la primavera es un consuelo de la idea, no existe, es cosa de las locas
De las que andamos en el burdel día y noche porque el burdel es esta vida entera
Me gritan  "Pinina, con quién se va a beber el tequila esta noche en que la lluvia mojó sus medias de sedas carroidas por el frío"
Entonces, está ella, mirándome con los ojos absolutamente abiertos
Como ventanas infinitas, agujeros de luz, pozos de un agua que está viva y me interpela
Es hermosa la tez y los labios de aquella hermosa camarada, que me quita la ropa, la silueta, los olores del smog, los ruidos, los excesos, los contornos de mis estereotipos
Luego, las dos borrachas, nos sentamos la mañana entera entre cigarrillos y café a peinar viejas muñecas, urdir posibles cementerios
Y un nuevo grito en la calle que golpea la cortina raída y retumba en el salón vacío: "Pinina! ya sabemos que duermes con tu mujer marido"