A Johan
Tu cuerpo oloroso a tu sudor, tu néctar
Ese tacto de corceles que se alegran en la campiña de mi mano
La extensa primavera de tus dedos, campos mullidos como trigales madurados rozándo el silencio de mis labios
El arcoiris de tu ombligo, como una alianza eterna entre tu paz y mi deceso, como un testigo ocular de nuestros actos
Tu cuerpo, ceñido al mío, manto de luz , claraboya por la que miro al infinito, habitación sin techo, árboles en los costados que nos enredan como si hacer el amor fuera poblar la tierra con selvas de carne, vegetales amuletos
Tu cuerpo, parada del sol, brazos cercenados que me cargo conmigo ausente de ti, siempre ahora, en la distancia, a lo lejos
Tu cuerpo, quemadura de verano, latencia sigilosa que me arde dentro, aurora boreal, mañana en la tarde, día de la noche, esplendor, reflejo
Tu cuerpo, vertiente de mi feminidad, de mi vagina en tu beso, de mi orgía de sabores, mis fugaces fluidos, mi saliva, de mi sexo los destellos
Tu cuerpo, templo de Agra, agua fecunda, velero de mi viento.