 
       
	Encenderme con lilas en los ojos
	arrebol de noche colgado a tus pestañas 
	y mirar en negro la turbiedad de tu cuerpo
	Correr furioso por la extensa llanura de tus manos
	como un beso gacela
	como avestruz de fuego
	Tomarme a mí mismo en medio de tu sangre
	beberme a bocanadas
	tocar el costado derecho de tus piernas
	agrietadas de tierra
	hechas sementeras de amor y pan de noche buena
	don frágil
	llama que se enreda en la línea boreal de tus latencias
	Quemarme entero como una hoguera intensa
	fulminante meteoro en la concavidad de tu sexo
	resplandor
	vorágine de luz
	ferviente orgasmo
	Derrocharme el día entero toda la tarde, la noche, la mañana
	en el vestíbulo de la lengua
	caminando hacia el centro sideral de tu urgencias
	sin llegar jamás a las fronteras del hartazgo
	Agitar con mis órganos tus afanes libertarios
	proclamas e indecencias
	Llenarme de tu pecho 
	colina glamurosa
	orografía de leche
	carne erguida que me ronda el vientre
	lloverme
	regarme
	fundirme
	en el abrazo inclemente de tu ira
	en el voraz sablazo de tu ano