 
       
	Caminar adelante en medio de la esfera que todo lo corrompe
	no claudicar
	no ensimismarse
	irse de uno mismo siempre
	hacia el Otro
	ese extraño Otro
	ese terrible Otro que siempre nos abisma
	que nunca nos comprende
	Vertirse, derramarse en medio de la acera como el paso que se dona
	y entregarse entero al Otro,
	el que la insidia levanta
	el que el margen mantiene
	el que busca lo distinto
	Darse al Otro en franca competencia con la envidia
	en auténtico torneo con el ego
	mirarlo de frente 
	saber que es siempre esa alteridad que desgarra
	que hiela
	que espanta
	Otro uno mismo más que uno
	como una llaga abierta permanentemente
	ante la falibilidad que nos confirma
	Irse sin miedo ni capitulaciones
	no esgrimir argumentos
	no caer en la parodia y la mueca del Logos penetrante
	abrirse
	caerse
	rendirse
	descansar frente al Otro en la negación constante 
	de las imperiosas mezquindades que carcomen
	Salir del paso de la falsa noria de victimario y víctima
	y ser un astro fulgente
	una nube de rocío
	un lirio delirante