EN EL PRINCIPIO

En el germen está la soledad y luego el beso 
en el origen la soledad 
en cada inicio la soledad
De repente el horizonte se ensancha
el camarada aparece
pero se mantiene en la sombra de ese borde
ese límite que no rescata nunca del dato primigenio
la soledad reina como una sabia meretriz de asfalto

Pero en el germen está la soledad y nada más 
luego de ella
este pedazo de carne en una cerrazón total
un acto en el el cuerpo se hace un lugar inconmensurable
apodícticamente solitario
el Uno sobrel Uno mismo
sin par
sin el duo de la alteridad que reposa al otro lado de la piel
En el germen está la soledad y luego el mundo
en principio una fuerza clandestina que se inflama
se encona
se hace lo que cada franja del propio sino dibuja sobre el tiempo

Puede llegar el año de la algarabía
el momento del fermento en que la voz del otro nos anuncia un gozo inconsiderable
puede la preñez de la diferencia decirnos amor
construir puentes tan sólidos como la roca
pero en el germen está la soledad y luego nada

Este pedazo de uno mismo que no se niega a dejar de ser y que no se consuela con difuminarse entre las cosas sin conciencia
este deseo ferviente de ser uno mismo quien es
y no otro
ni otra cosa
Este burdel ensimismado
esta vela que se consume
pero antes de todo darse en luz
antes del incendio de todo aquello que nos habita
esta la soledad y luego la frontera de la propia rabia de esta soledad 
lo único que permanece
lo único que de nosotros queda