Hay quien se debe a una guerra
a una causa
a un anhelo
Cómo un barco se debe al mar
al agua
a los vientos
Hay quien se debe al amor
al tacto
a los desvelos
Cómo un odre lleno se debe a la vendimia
la fiesta
los excesos
Hay quien se debe a la libertad
a la autarquía
a hacer girones su propio ego
Como un terrón de sal
al don
a lo disuelto