 
       
	Tu sonrisa es todo lo que cuenta cuando nos desnudamos de palabras fatuas
	eso es lo que más se enreda entre los dedos como cabellos furtivos de todos los amantes
	eso y la risa
	el fragor de las horas extásicas bajo el signo del alcohol
	Amigo mío 
	lo que veo en la profundidad de tus ojos 
	no tiene la forma de las cosas de este mundo
	habitas el paraje insondable de una nueva era
	un opúsculo genuino en el que amar no tiene cables de tensión
	ni prefigura en estaciones de radio
	ni se inflama, ni quema como un metal ardiendo
	Los dos cocidos del mismo manto
	perdiendo el tiempo viendo el sol ponerse
	pescando ironías para echarle a la cara del mundo todo lo que de precariedad tiene
	jugando como niños en una pradera de libros
	de imágenes
	de sueños en lo que nada es esclerótico ni firme
	Tu tacto, amigo, tu sentido más íntimo 
	la noche que desprende en una sola luz todo el gusto de abrazarnos
	esa esperanza feroz en el desvelo
	esa idea de mantenerse en pie 
	erguidos como sables de un metal que ya no rasga
	que ya no hiere
	que redime en el surco que deja tras su beso
	Amigo mío 
	letargo de mis inclemencias
	amante de mis ocurrencias
	hermano
	camarada