BORDERING

13.09.2012 04:15

"El Cuerpo sin Organos no hay quien lo consiga, no se puede conseguir, nunca se acaba de acceder a él, es un límite. Se dice: ¿qué es el CsO? —pero ya se está en él, arrastrándose como un gusano, tanteando como un ciego o corriendo como un loco, viajero del desierto y nómada de la estepa. En él dormimos,
velamos, combatimos, vencemos y somos vencidos, buscamos nuestro sitio, conocemos nuestras dichas más inauditas y nuestras más fabulosas caídas, penetramos y somos penetrados, amamos" Artaud


Justo el no tema, es decir, esto no es una escritura que habla de lo que estoy diciendo, sólo me deja decir-me en el acto en el que estoy urgida de vida para la muerte. Deleuze llama a este modo de ser, al que no estamos habituados, plano de inmanencia, foco fabuloso de la vida y de la muerte, un lugar que es difícil pensar. Yo, andariega, hasta ahora comienzo. Y no estoy ajena a los aparatos que secuestran el deseo. Mi deseo se nutre de nada y de todo en la palabra, por eso escribo como una loca desesperada. Vengo al poema, me muevo a la explicación filosófica, corro a los textos, leo! esta pasión me va a matar. Reescribo, me dicen oscura, ampulosa, me llaman compleja, la charlatana, la buhonera de palabras rimbombantes. Deleuze no me explica, pero estoy en este cuerpo sin órganos, lo que me rasca en la cabeza, lo que no se deja permear por las anatomías. Lúdica. A diferencia del Macho Filósofo, esta discursividad no me es ajena, la llevo encima en mi cuerpo sin órganos: ¿tengo un corazón? Sí que lo tengo, se inflama pero será sangre, mera válvula, líquida como un ave migratoria en el aire, soy el aire. Duspuesta a romper con el todo de la logodominación, me quiero suspender en estas sílabas que no son lo que dicen al que interpreta, sino el acto de estar sentada cada tarde en mi escritorio, por horas, llenas de perplejidad, sin angustias pero completamente abismada de lo real que no se ve. Nadie le percibe, nadie le comenta. Pero está ahí, nuevamente digo, el plano de inmanencia. "Border"- Esta madrugada navego hacia la destrucción de mi cíclope, quiero posibilidades que no amplifiquen mi mirada, lo que quiero es ojos, cientos de ojos, como de mosca, en la yema de mis dedos. Ojos a montones en las cavidades de mi ano, de mi oreja, de mi uréter, eyacular visiones que se queden fuera de mi habitando lo que deseo. Otras visiones, menos distinguidas, otras que no sabe el Macho. Otra vez esta licuefacción en mis oídos, esta genitalidad que escucha, que se dejó intentar por la mujer y se parió así misma, la que soy, "Border".