HILITO DE CARNE

Mi cuerpo

hilito de la carne descolgado de una madeja de historias

Pedacito de barra que se desplaza a la muerte, como una gota de silencio en la mitad de algo que persiste ruido 

Este lugar que alude a todo y no tiene nada, deshauciado, trémulo, pajita de hierba creciendo en senderos olvidados

Ni un pulso que me aliviane el miedo, ni una caricia que redima para siempre

Cuerpo radical, materia contundente, vulnerable a los deseos, camarada inhóspito que cada día de mí cobra todas las auroras.

NOVEDADES LÍRICO DESMONTADORAS

Luna angosta
se queda en la orilla de la risa
como geranio que se mira en un espejo
germinando 
prosiguiendo
lucidez de estrepitosos colores
Cavilando ciegas las auroras
entre el cordel del beso y el brazo desnudo del amante
Se tuerce la noche y se derrumba en pequeños brotes de sol
como estrellas tachonando el alar de una manta raya poderosa
Se duermen
la lagrima y el tedio
en la espina dorsal del camarada
Afuera la barriada muge como un vaca imperiosa
obstinada en dar la carne
presa de matadero
feromona de burdel
Luna angosta

Nací ciega entre las cárceles y los lupanares de una ciudad acabada
ciega y sin seso deambulé entre la temeridad de quien no tiene nombre
constancia
ni incidencia
Me deje ir como un agua derramada
me olvidé de las argucias
los puentes
los caminos empedrados
Cavilé diurna entre la sombras por miedo al sol
a las luces incandescentes de la canícula
me tendí en los bordes
me instalé sin remedio en las solapas de los malechores y en las pestañas de las mujeres públicas
Mi vida fue nocturna y aguerrida
militando en el seno de una yerba que se pudre
Nací emparejada a la náusea
empecinada en el siniestro
Y mi relojero puso obstáculos en cada una de mis horas
Paseo itinerante entre las piernas y los excrementos del cinismo
y no soy tal hembra
pero como ella
me tengo en mi vientre 
capaz de parir todas las estrellas

Hay días en los que una amanece sin nada en la cabeza
no hay muslos que se atasquen en las sábanas
ni piernas
ni enjambres de besos por ninguna parte
Una de repente esta delante de la vieja asotéa que es un tendedero y se queda pensativa sin pensar
Una piensa que piensa pero en verdad no piensa, hace como si pensara
Una lo que está es sola
delante de los tejados llenos de escombros de años anteriores
con la cabellera alborotada
las uñas rotas
el esmalte desportillado
Pero una no piensa nada
solo siente que ha envejecido un poco
que la lavadora hace más ruido que en las semanas anteriores
que los vecinos se han mudado nuevamente
Ahí, justo, es cuando una busca algo para que la calme
¿de qué? no se sabe
Se trata de algo parecido a un sopor por dentro
una ansiedad que crece despacito como el goteo de la llave rota del fregadero
Entonces es cuando una enciende el cigarrillo
El hombre de enfrente se pavonea sin camiseta delante de una que mira hacia afuera mientras lanza la bocanada de humo 
Y siente de repente ese escozor en medio de las piernas
como una oquedad infinita
insaciable
incurable sensación de llevar consigo un abismo en las entrañas
Pero una este día de hoy no piensa
el hombre de enfrente se acerca, sonríe y, como sabiendo qué urgencias se precipitan vientre abajo, mira a los ojos y lanza un ademán que enciende
Pero una es una dama
y se da la media vuelta
entonces recuerda que la leche está en el fogón hirviendo
y llega justo al segundo instante después del vertedero

Yo digo que esta primavera la retrasó el Imperio
las luchas intestinas por ellos provocadas
las pesquisas armadas
las persecuciones 
los destierros
Y es que si una fuera primavera
una querría quedarse en otra parte
más al sur diría yo --que soy latina
Yo de primavera
querría no volver nunca a ese norte 
nunca más cada ciclo de sol
nunca más cada brote
nunca más cada vez que se retoña el sueño
Pero igual ella viene para todos
incumplida y a paso lento
como si querer venir no quisiera
Yo digo que la primavera se enrosca en la copa de los árboles
como una serpiente que espera 
silenciosa
a que otro sol asome
otros rostros iluminen
otros ríos reverdezcan 
Entonces las jacarandas se celebran a ellas mismas
osadas
indiferentes
y el calor resucita de las entrañas de la tierra
y todos volvemos a las ropas breves
a los trajes monosílabos
--placer del ojo en los encuentros--
Pero yo digo que este frío intenso
este invierno que casi no se marcha
fue obra de los yankees
con sus aparatos inmundos
sus repercusiones sobre el clima
El horror que un yankee produce a una primavera
nadie lo conoce
excepto la primavera que se estrella con sus muros
sus rascacielos impávidos
sus odiosas jerigonzas
sus cabellos amarillos y ese aire ominipoderoso que muchos se les copian
Si yo fuera primavera vendría no más al sur
me quedaría en el DF brotando jacarandas
poblaría la Guatemala y al sur me iría sonriente
Pero la primavera 
animalito torpe
guiada por la feromona
y cual mojado con coyote (inmigrante caprichoso)
también les cae a los de arriba
con toda la misma gracia
y el mismo bocado de flores
Ay! 
primavera que se enturbia en las ciudades
que encalla en los boletos de parques
en las tiendas de turismo
como un vegetal diseccionado y expuesto
Pero ojalá que esta primavera no se tropiece con un yankee
porque pobrecita ella y pobre de nosotras
el otro año vuelve y se entorpece
el otro año vuelve y se demora
y sufre y se corrompe
Yo digo que el yankee nos quitó los calores sabrosos de este marzo
y el agua de este mes
y la energía de este año
Presiento que se succiona todo
hasta la primavera 
que si bien se le escapa entre tanto y puebla las praderas 
lo hace para hacernos pensar que está tranquila
En verdad
cada vez la primavera ya no quiere venir por temor a que el yankee la compre a estos gobiernos 
y la venda en ramitos unipersonales
convertida en plástico

El sol vino a esta vieja casa
con sus ladrillos derruidos
y prendió la luz en las ventanas
rescaldó paredes
iluminó las sombras
El sol trajo un atmósfera nueva
un grito de flores en todos los árboles
un viento cálido
un erizo de abrazos
una rueda de sonrisas que gira expulsado las tinieblas
El sol amaneció al medio día
al correr las densas cortinas e inundó la estancia
eclipsó los ojos de los gatos
llenó de colores los geranios
impulsó las ansias
El sol no tartamudea más
corre hacia el verano
se dispara hacia el punto más álgido de calores 
de alta sabana y luna nueva
Vino el sol hoy con su altura
sus carros de fuego
su intenso rojo cuerpo en rayos encendidos
Hoy vino el sol
el yankee no pudo detenerlo
ni con mezquinas fronteras
ni con muros
ni disparos
El sol celebra hoy el día
en todas las aceras y en todos los lugares de la ciudad explotada
el sol hoy se hizo libre
y bendijo con su gozo
las malignas horas frías de esta angustia de sur
de este inverno pertinaz 
que tras jornadas sombrías
atenazó la calma

Mi ventana mira al patio
y se cuelga de los enrejados grises de Tepito al empezar la primavera
Y yo sigo en mi estrangulación de piel
en mi ejercicio de recién llegada que se disipa en lujosos pentagramas
y me despojo de ruina
y crezco como secoya que se jacta de firmeza y ramaje abierto
Me miro del otro lado de la pantalla gris
y escupo un humo boreal
como si la náusea ahora fuera un severo sortilegio
un espectáculo
una hinchazón en la radio 
o un programa biliar en la televisión podrida
Me deshago en una frase sobre el techo
despeino las calles angustiadas
me reflejo en otros rostros Otros
más morenos
más indios
más gastados por la lucha cotidiana
Este hervidero de sangre
de carne
de andamios sobre el malestar de una pierna rota
Estas cicatrices en la ciudad
que respiran vivas
infectadas
ricas en sonidos y tréboles que provocan cumbias sordas
que yo bailo
como loca más loca que nunca
en medio del patio
en el zaguán
en la piecita donde duermo con un trabajador explotado
siempre ausente
Este rincón de pesares
este signo de alegrías sustanciales
de espectros en las puntas de las uñas
Mi ventana hermosa
insegura
se derrite de voces variopintas
y desmiente la muerte
y propone vuelos
audacias
ademanes
Y me prefiero mujer a un hombre anegado de estúpida cordura 

 

Mi cordura boreal
mi lazo sideral
mi pedazo de mi mismo que vuela en la estrellas
Mi signo de Caín
el estigma en el umbral del pensamiento
Mi huella de parodia
mi profundo pesimismo
mi oculta historia
la broma y la bravura
Mi pene erguido
mi vagina imaginaria
mi orificio anal
mi vida corporal 
toda mi suerte
Mis tacones empotrados
mis danza de cabaret
mis flacas piernas
Mis goznes derrumbados
mis quejidos libertarios
la escasés de lo privado
mi falta de decencia
Mi antiaburguesamiento
mi contricción cotidiana
Esta espuela que denuncia
estas letras impublicadas
mi desgarre invernal
mis ilusiones fracasadas
Mi pecho flor del nadir
mis perfumes de mujer
mis jactanciosas palabras
Mi desdén por vanaglorias
mis rechazo de lo grande
la casa que habito y que mío no tiene nada
Mi maleta compañera
mis libros permanentes
mi boca sonriente
mis dientes blancos
las drogas
mi preludio
la marea
Mi cabeza pozo de luz
mi testarudez --abrigo ante la nada
Mi prosapia de pueblo
mi vergüenza como aldaba
Mis palabras estertoras
mis calcinados huesos
mis medias de seda
mis mayas
mis plomadas
Mis engendros esquizoides
mi carrera fracasada
el rincón en el que habito
las histerias
Tepito
las pieles ya casadas
La morena torre de verdad
el racismo
el clasismo
los insultos
la mentira
la ciencia desahuciada 
Mi biografía confundida
el infierno social
la fuerza marginal
la furia elevada
Mi duende rojo
mi saliva 
Mi vientre
mi muerte
mi desidia
Mi escasa timidez
las ausencias
y las iras
Este lapso de utopía
este sueño desplobado
este anhelo despojado
este hombre
esta hembra
esta ficción ficcional
en la que ella 
que yo soy 
también delira

Si viene el amor
díganle que me he escondido
que me marché muy lejos
que no regreso pronto
Si viene el amor y pronuncia mi nombre
díganle que estrangulé la aurora
que la confundí con carne
que devoré mis horas en las miles de avenidas
Si viene el amor
inventen una historia
en la que yo no habite
en la que mi nombre sea a penas un susurro ininteligible
Díganle por favor que ya no venga
que no estaré más para siempre
que mi cuerpo se angostó en la espera
se diluyó en las tarde
se disipó en las sombras
Si viene el amor y mi aldaba suena
no abran la puerta
hagan caso omiso
piensen que yo andaba rebujando heridas
que fui yo quien hizo ruido
Si viene el amor 
díganle que parta
que no hay corazón dispuesto
ni cuerpo
ni vida
ni gozo en los gemidos
Si viene el amor
cierren la puerta
que se hizo fatal mi turbulencia
y el dolor ya logró sus cometidos

Hoy llovió
el agua sonó cantarina en los tejados de la urbe
se multiplicó como cuando una mujer se afirma toda entera
sobre las cosas que ella no posee
que no quiere por dueña
que asume lejana
Como un pedazo de madera a la deriva
sin asir el mundo
sin desear encadenar tristezas
La lluvia vino y se anidó en canales y cloacas
se derramó entera como una mujer en alto anclaje de sí misma
lejos de sí misma
tan otra echa otra 
menos que carne y huesos incruztados en la historia
Mujer de la incansable lluvia de la tarde
entregada en senderos y avenidas
reluciendo con las farolas de los coches
haciendo del asfalto espejos septembrinos
aún en abril
al inicio de esta primavera
Lluvia de brazo extendido
de mano generosa
Diosa insidiosa que se desconoce y no se mira
sino que rueda
como si irse fuera toda la existencia
su existencia de agua
su oleaje peregrino
Hoy llovió y el andamio se lleno de grises
el agua refrescó los humos citadinos de fábricas y autos
y se hizo carne al traspasar las telas 
al tocar el tacto
Beso de la tarde sobre algunos rostros
lluvia femenina 
pertinaz abrigo 
en medio de absurdos desamparos

 

Dónde estaba mi corazón aquella tarde
de trombas frías y de alientos secos
cuando el carnaval se destejía entero en aceras nauseabundas
lejos de la sangre y del encierro
La nieve cubriendo los panteones
los círculos concéntricos del miedo que desmantelaban la ira
cuando el dinero se contaba en moneditas pequeñas
y el hambre calaba incendiaria entre la carne
Pudimos haber muerto entre tantos ignorados
como aquel hombre que roto el libro de su historia
perdió toda esperanza en aquellas horas
de bayoneta y fusil
de alarma y de disparo
Pudimos evitar las excedencias de lo humano
los actos sacrificiales uno a uno
como si de acuerdo con las aves tuviéramos el don de un cierto vuelo
la acción benévola
la exposición
la luz
la fuerza de resistir tanta barbarie
La larga estepa que destila huellas perentorias
ardides del obstáculo
mentes migratorias
Dejamos evadir las pisadas en el tiempo
perdidas como estamos en la noria del verdugo
los verdugos de a de veras
maestros
padres
hermanos
colegas
compañeros
rectores del cuerpo
inquisidores de lo cotidiano
Fuimos un agosto que se tuerce y luego se revienta entero de días mortecinos y de olor a podredumbre
al dejar aquella tarde todo a la fuerza de ese río siniestro
de sierras y cuchillos
de lanzas
sutiles coartadas
blasfemias escondidas
comentarios clandestinos
bombas
piernas lanzadas sobre árboles mullidos
campos de siembra
fosas de huesos y sonrisas que nunca germinaron algún claro gemido
Dónde estaba mi palabra y mi travestimiento
Mis tacones estruendosos de putita de feria
De maricona perdida
Dónde estuvo mi rabia contenida con la que el pretexto cotidiano era sólo una carcajada de ironías
Qué pasó que no dejé verter todo el poder de la tortura sobre mis ojos
O en los senderos de la piel falsos surcos de dolor
falsos abrojos
Dónde la voz estupefacta
El grito de la loca
La agitada respiración de un espía que se ensortija hembra y que todo lo corrompe
Dónde estaba mi corazón aquella tarde en que tus hilos se quedaron enredados en la madeja del tiempo
en los dedos mezquinos de los ricos
los fuertes
los varones
Hecha nudo tu vida en los embustes
pedazos de ignominias vaciados sobre el rostro
salitroso aliento de una familia conforme
Dónde estuve yo con mi perfume barato
mis audaces comentarios
mi cuerpo abierto
mis besos también tan lacerados
Pudimos evitar tanto suicidio
tanta pena diaria
los disimulados gestos con los que pedías auxilio
los altos niveles de desidia
la enfermedad medular de esta perfidia
y el aparente destino del capital desencarnado

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